San Aquila y Priscila: Matrimonio Misionero, Esposos Mártires

San Aquila y Santa Priscila: Matrimonio Misionero, Esposos Mártires

San Aquila y Santa Priscila fueron un matrimonio judeo-cristiano que dejó una profunda huella en la historia de la Iglesia primitiva. Su amor por Cristo, su compromiso con la misión y su entrega al servicio de la comunidad los convirtieron en ejemplos de santidad y devoción para generaciones. Aunque su vida está envuelta en algunos misterios, las pocas fuentes que nos hablan de ellos nos ofrecen un retrato fascinante de este matrimonio ejemplar.

Un Matrimonio de Fe y Trabajo:

San Aquila, nacido en la ciudad romana de Ponto, era un fabricante de tiendas de campaña. Su esposa, Santa Priscila, era también una hábil artesana. Se sabe que ambos eran judíos y que se habían convertido al cristianismo. En el año 52 d.C., fueron expulsados de Roma por el emperador Claudio debido a un decreto que prohibía la presencia de judíos en la ciudad. Se refugiaron en Corinto, donde se encontraron con San Pablo.

La relación entre San Pablo y San Aquila y Santa Priscila fue estrecha y fructífera. San Pablo encontró en ellos un apoyo invaluable y compañeros de trabajo en la misión. Los tres compartían el mismo oficio, lo que les permitió trabajar juntos y compartir el Evangelio con los habitantes de Corinto. En sus talleres, San Pablo, San Aquila y Santa Priscila no solo fabricaban tiendas de campaña, sino que también compartían la fe cristiana y la enseñanza de las Escrituras.

Un Matrimonio Misionero:

San Aquila y Santa Priscila no se limitaron a trabajar juntos en Corinto. Su compromiso con la expansión del Evangelio los llevó a viajar y predicar a través de diferentes regiones. Acompañaron a San Pablo en varios de sus viajes misioneros, incluyendo su visita a Éfeso.

Leer  San Blas: Protector de los niños, enfermos y animales - Historia y oraciones

San Pablo menciona a San Aquila y Santa Priscila en varias de sus cartas, reconociendo su gran contribución al desarrollo de las primeras comunidades cristianas. Su dedicación y compromiso con la evangelización eran tan profundos que incluso se les menciona por su nombre en la carta a los Romanos (16:3-4), un privilegio solo concedido a unos pocos en las cartas de San Pablo.

Una Vida Consagrada al Señor:

La historia de San Aquila y Santa Priscila es un testimonio de la belleza y la fortaleza que puede tener un matrimonio cuando se encuentra enraizado en la fe. Su amor mutuo y su entrega al Señor se reflejaban en su trabajo, en su predicación y en la ayuda que brindaban a los demás.

Un Legado de Amor y Servicio:

Aunque no se sabe con certeza cómo murieron San Aquila y Santa Priscila, se presume que fueron martirizados. Su fiesta se celebra el 8 de julio. Su historia, llena de amor, unidad, servicio y entrega al Señor, es un ejemplo inspirador para todos los matrimonios.

Su legado nos recuerda la importancia de vivir la fe en comunidad, de trabajar juntos por el bien del Evangelio y de servir al Señor con alegría y entrega. La historia de San Aquila y Santa Priscila es una poderosa llamada a la santidad, a la unión y a la misión en el corazón de la familia.

Si quieres conocer otros artículos parecidos a San Aquila y Priscila: Matrimonio Misionero, Esposos Mártires puedes visitar la categoría Santos.

Te puede interesar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Go up