Novena a Cristo Rey (Día 5): El Reino de Dios es para servir
Novena a Cristo Rey (Día 5): El Reino de Dios es para servir
La Novena a Jesucristo, Rey del Universo, nos adentra en un viaje de nueve días de reflexión y oración, invitándonos a contemplar la realeza de Cristo y su profundo amor por la humanidad. En este quinto día, nos encontramos con la poderosa verdad de que el Reino de Dios es para servir, una verdad que resuena en el corazón de cada creyente y nos desafía a vivir una vida de servicio desinteresado.
La imagen que se nos presenta en este día no es la de un rey que se sienta en un trono, rodeado de lujo y poder, sino la de un rey que se inclina para servir. Jesús, nuestro Rey, es el modelo perfecto de servicio, quien dejó atrás la gloria celestial para venir a este mundo, no para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por nosotros.
El Servicio: Una Expresión de Amor a Cristo
El servicio no es una tarea que hacemos por obligación, sino una respuesta natural al amor que hemos recibido. Al servir al prójimo, no solo estamos respondiendo a una necesidad, sino que estamos expresando nuestro amor por Cristo. Como dice San Juan en su primera carta: Si alguno dice: ‘Yo amo a Dios’, y aborrece a su hermano, es un mentiroso, porque el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? (1 Juan 4,20).
El Reino de Dios: Un Reino de Servicio
El servicio es la piedra angular del Reino de Dios. Jesús nos enseñó que el mayor en el Reino no es el que manda, sino el que sirve. En el evangelio de Mateo, Jesús dice: Ustedes saben que los gobernantes de las naciones dominan a su pueblo, y los grandes ejercen su poder sobre ellos. No debe ser así entre ustedes. Al contrario, el que quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor (Mateo 20,25-26).
Mateo 20,25-28: La Enseñanza de Jesús sobre el Servicio
En el versículo bíblico de este día, Mateo 20,25-28, Jesús nos presenta una escena poderosa. Sus discípulos, en su afán de grandeza, se disputan los primeros puestos en el Reino. Jesús, con sabiduría y amor, les enseña que el Reino no se construye en base al poder o la ambición, sino en la humildad y el servicio.
Jesús continúa diciendo: Y el que quiera ser el primero entre ustedes, que sea el servidor de todos. Porque el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida como rescate por muchos (Mateo 20,27-28).
El Servicio: Un Camino de Santidad
La vida de servicio no es fácil, pero es un camino que nos conduce a la santidad. Al poner las necesidades de los demás por encima de las nuestras, nos despojamos de nuestro egoísmo y nos acercamos más a Cristo. En cada acto de servicio, encontramos la presencia de Dios y su gracia se derrama sobre nosotros.
Cómo hacer presente el Reino de Cristo en nuestra vida diaria
El servicio no se limita a actos heroicos o a grandes obras. Podemos hacer presente el Reino de Dios en nuestra vida diaria a través de pequeños gestos de amor y compasión. Podemos ayudar a un vecino con las compras, dar una palabra amable a alguien que se siente solo, compartir nuestro tiempo y talentos con los demás.
En cada acto de servicio, sin importar cuán pequeño sea, estamos construyendo el Reino de Dios y haciendo presente el amor de Cristo en el mundo.
La Oración de este día
En este quinto día de la Novena, oremos para que el Señor nos ayude a comprender la importancia del servicio en el Reino de Dios. Que nos inspire a vivir una vida de entrega al prójimo, a la luz del ejemplo de Jesús, nuestro Rey y modelo de servicio.
El Poder Transformador del Servicio
El servicio no solo transforma la vida de aquellos a quienes servimos, sino que también transforma nuestra propia vida. Al salir de nosotros mismos y centrarnos en las necesidades de los demás, encontramos un propósito más profundo y una alegría más verdadera.
Conclusiones
La Novena a Jesucristo, Rey del Universo, nos recuerda que el Reino de Dios no es un reino de poderío, sino un reino de servicio. En este quinto día, nos encontramos con la profunda verdad de que el Reino de Dios es para servir. Que nos inspiremos en el ejemplo de Jesús y que vivamos nuestras vidas como sus servidores, construyendo su Reino de amor y paz en el mundo.
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